Un cableado que ofrezca el rendimiento necesario es el primer paso para garantizar un intercambio de datos sólido. Con la comprobación de los parámetros eléctricos relevantes de los cables después de su instalación se evitan problemas posteriores causados, por ejemplo, por daños mecánicos ocultos y conexiones inadecuadas de los conectores.
Durante la puesta en servicio de la red, y como paso siguiente, se deberá comprobar su correcta configuración y la parametrización de los dispositivos por segmentos.
Con pruebas de aceptación acordes con los requisitos de calidad predefinidos, se asegura finalmente que los distintos segmentos de la red interactúan correctamente. Con la entrega de la red al cliente se proporciona un informe de pruebas que demuestra la calidad de su trabajo.